Hace ya varios años que tuve oportunidad de entrevistarme con una amiga para hablar sobre su experiencia en la implementación de la metodología e-learning para unos cursos dirigidos al personal de la empresa en la que trabaja.
Al conversar sobre porque en su empresa habían decidido entrar en este tema del e-learning, me habló de lo necesario que era para su compañia encontrar una manera ágil y efectiva de entrenar al personal, ya que, aun que desde siempre la capacitación había sido clave para la compañia, habían descubierto que ese proceso podría mejorar.
El comienzo
Me contó que a su jefe, hacia ya mas de 15 años, se le presentó la oportunidad de realizar estudios de posgrado en otro país y cual no sería su sorpresa cuando al llegar allí encontró que gran parte del proceso de formación se desarrollaría a distancia, mediante una interesante novedad metodológica en ese momento: El e-learning.
A partir de esa experiencia pensaron que usando un muy buen software LMS (sistema de gestion de aprendizaje por sus siglas en inglés) lograrían darle forma real y concreta al mejoramiento de su proceso de capacitación, además de mantener a toda la planta de analistas al día con respecto de sus actividades profesionales y en altos niveles de competencia profesional por que de eso dependía en gran parte el exito de la empresa.
Se pusieron manos a la obra y determinaron que lo primero y más importante era definir que LMS usarían.
Mi amiga me comentó que iniciaron por explorar la adquisición del que se suponía era el mejor software para el efecto, el cual había sido usado por su jefe mientras realizaba sus estudios de posgrado en aquella prestigiosa universidad.
Sin embargo la idea de trabajar con ese primer LMS fué descartada por el costo astronómico de la licencia de uso, además de los costos en los que habría que incurrir para instalarlo, configurarlo, y capacitarse para manejarlo.
Me comentó que no habian considerado la opción de usar un LMS gratuito y open source, por el prestigio de la empresa y por que suponian que por ser gratuito no podría obtenerse una calidad en formación semejante a la que su jefe habia obtenido mientras realizaba sus estudios de posgrado.
Entonces, -comentó mi amiga- el nivel directivo de la empresa optó por resolver salomónicamente este problema, y decidieron contratar a una empresa nacional de ingenieros de software para que desarrollara un LMS propio.
Con ésto la empresa mantendría su prestigio ante los analistas y además se ahorrarían costos en temas de instalación configuración y capacitación, por que el software se desarrollaría a la medida y entre otros parametros se tendría en cuenta la facilidad de uso.
Ya había pasado poco más de un año y por fin el LMS estaba terminado, debidamente instalado, bien configurado, y mi amiga, como administradora, bien capacitada.
Sin embargo, cuenta mi amiga, en ese momento se esperaba una placentera sensación de satisfacción por la terminación de un proyecto, pero ella y su jefe no veian los resultados esperados.
La plataforma había costado mucho y los analistas casi no la usaban argumentando que para aprender y mejorar sus competencias profesionales no necesitaban leer textos en un LMS cuando perfectamente los podían leer en un libro o simplemente buscando en google como hasta ahora lo venían haciendo.
Además para los analistas erá mas facil encontrar rapídamente la información que ellos necesitaban si la buscaban directamente en otras fuentes, y no en el LMS.
Por demás preferían las sesiones de formación presenciales, ya que al estar en dichas sesiones, se sentían con mayor disposición y los temas se hacian mas interesantes al poder interactuar con el instructor o con las personas que la empresa invitaba desde el exterior para dar las capacitaciones (lo cual costaba mucho a la empresa no solo por los honorarios de los instructores, sino por los gastos de viaje y alojamiento).
En esencia no habian pasado de lo presencial a lo virtual.
En este punto ya se perfilaba una conclusión con la que yo estaría plenamente de acuerdo con mi amiga al final de la conversación.
Me dijo… Alvaro!; al embarcarse en un proyecto de e-learning lo primero y lo más importante no es definir el software LMS ni instalarlo ni configurarlo ni capacitarse en su manejo. En mi caso ese no era el problema.
Que les faltaba?
Mi amiga me tenía enganchado en la conversación, yo estaba impaciente y me intrigaba saber cual era el problema y como lo habian resuelto despues de gastar un presupuesto considerable y un monton de tiempo en el desarrollo de un software LMS, obteniendo a duras penas expectativas incumplidas.
Considerando la forma en la que mi amiga había captado mi atención, y lo comprometido que estaba con la historia NO me iba a levantar de la silla.
A manera de un feliz desenlace mi amiga y su Jefe descubrieron que justamente se trataba de eso. De contar historias para que los analistas NO se levantaran de la silla mientras recibian entrenamiento o capacitación con el LMS.
Y tuvieron exito en eso.
Se percataron de que ese efecto no lo podria surtir nunca un LMS por si solo sin importar si fuera open source, de costo o desarrollado a la medida.
El efecto engagement como me gusta llamarlo es dado por el contenido. Ahí esta el problema.
Hoy en tiempos de pandemia tengo que decir que aunque lo virtual nunca va a terminar de reemplazar lo presencial, hay muchas instituciones educativas que en sus esfuerzos por darle continuidad a la prestación del servicio, por primera vez se han planteado usar un LMS seriamente. Pero los empleados y los estudiantes estan aburridos, sus jornadas de trabajo y estudio son desgastantes y todo esto es agravado entre otros factores por el hecho de que aún no se ha identificado el verdadero problema.
Ya que usted apreciado lector sabe cual es el verdadero problema me gustaría preguntarle, si es consultor, o director de una institución educativa, o propietario de una empresa, ¿cual será el desenlace de su historia? El de la gestión de la continuidad de la prestación del servicio educativo?,El de la competitividad de su negocio si su caso es el de una empresa?.